El reclamo de la arqueología en el presente: La continuación de la ignorancia sobre los sitios arqueológicos y las identidades colectivas
Con el paso del tiempo, mucho ha cambiado y mucho se ha quedado igual con respecto a las relaciones de los sitios arqueológicos en México. Una de las partes que perdura es la continua destrucción de los sitios. La mayor parte de ese deterioro se debe a los desastres naturales, pero aún hay empresas que destruyen algunas partes de sitios arqueológicos simplemente para ganar más dinero. Por ejemplo, en el verano del 2021, algunas partes exteriores de Teotihuacán fueron destruidas por una empresa dirigida por René Monterrubio, antiguo Jefe de Policía de la Ciudad de México y Alcalde de San Juan Teotihuacán (2013-2015).
Además, hay una continuación del uso presidencial de los sitios que empezó con el Porfiriato y continua con el presidente actual. El ejemplo más reciente es la carta que el presidente actual de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), dirigió al Rey de España y al Papa sobre la colonización de México, fechada en el 2019. De acuerdo a su discurso la carta tenía buenas intenciones para “la población mexicana,” vista como un total sin miembros individuales, con necesidades y deseos propios. Es problemático leer esta carta en frente de un sitio maya e ignorar el efecto mínimo de una disculpa del Rey o el Papa para las comunidades indígenas en la actualidad. La indiferencia hacia la destrucción y el uso presidencial tiene un efecto negativo en las identidades colectivas.
En mayo de 2021, una cantidad considerable de noticias fueron publicadas sobre la Guardia Nacional y como consecuencia, la construcción cerca de Teotihuacán se paralizó. Según un artículo de Jess Smith en el Latin Post, el 31 de mayo, México envió 250 tropas de la Guardia Nacional y 60 policías a incautar la tierra en las afueras de las ruinas de Teotihuacán. Las piezas de Teotihuacán habían sido destruidas por los bulldozers que trabajan para la empresa. Aparentemente, los oficiales del Instituto Nacional de Antropología e Historia negociaron desde marzo la clausura del proyecto que implicaba la construcción privada de un parque de atracciones en la zona. A pesar de su esfuerzo, la construcción continuó, y terminó después de dañar casi 25 estructuras antiguas. El Departamento de Cultura declaró que habían presentado una denuncia penal en contra de los responsables por la construcción y destrucción del sitio arqueológico. (Blackwell, p. 2)
Mayo de 2021 fue el aniversario de los 500 años de la caída del Imperio azteca, una fecha simbólica para la población mexicana. Probablemente es una coincidencia que esta instancia ocurra durante este aniversario, pero todavía tiene significancia. Es irónico que desde hace 500 años, parece que nada ha cambiado: en ese entonces, los españoles colonizaron a México y tomaron el control del Imperio azteca, ahora, una empresa ignora las voces del público y destruye un sitio arqueológico. En las dos instancias, el motivo fue la ganancia: la ganancia monetaria, de la tierra y del poder.
Es importante considerar el efecto de las acciones de esta empresa y de Monterrubio en las identidades colectivas. Existieron grupos que explicaban las consecuencias de permitir el proyecto de construcción cerca de Teotihuacán, pero fueron ignorados por meses. Al hombre que tenía un puesto poderoso en el pasado no le importó un sitio arqueológico e ignoró las demostraciones en contra de su continua construcción. Aunque el problema fue un hecho conocido, parece que a las personas que tienen la autoridad y poder de decisión simplemente no les importó la destrucción del sitio.
En este caso, la autoridad impone su habilidad y poder al hacer acallar las voces y la motivación de las autoridades es el de una ganancia monetaria. Las voces, al ser silenciadas, son uno de los problemas que tienen las identidades colectivas; ya que se siguen percibiendo como un asunto que no debe tomarse en cuenta y por lo tanto, que sus opiniones parecen no tener importancia alguna.
Esto plantea las preguntas; ¿por qué están siendo silenciadas las voces? ¿Qué causó la reacción de la Guardia Nacional en mayo? ¿Y por qué fue hasta ese mes y no más temprano? Todas son preguntas que se deben considerar en esta discusión, pero al plantearlas significa que definitivamente todavía hay un problema con la autoridad y las fuerzas armadas y políticas a las cuales no les importan las voces indígenas. Según mi investigación, el dinero, además de los intereses empresariales y capitalistas, son los factores más importantes en este tipo de asuntos. Los con la autoridad se callaron las otras voces y esa también es la razón más probable por la intervención tardía de la Guardia Nacional.
Aunado a esto, nos encontramos con el actual presidente de México y todos los problemas que existen con su figura. Semejante a Díaz, AMLO utiliza el pasado mexicano, por ejemplo, el sitio de Comalcalco para mandar un mensaje a la nación, tal y como Díaz lo hizo en Teotihuacán. A partir de la carta que AMLO envió al Rey de España y al Papa, fechada en el 2019, voy a comprobar que el actual presidente, al igual que Díaz utiliza el pasado.
Para empezar, el Presidente tomó la decisión de leerlo junto con su esposa en frente de un sitio arqueológico maya en Tabasco, México, llamado Comalcalco (Fig. 4). Grabaron un video de la lectura de la carta y la publicaron en las redes sociales. La respuesta del Papa y el Rey fue que no se iban a disculpar por las acciones de la colonización. Este evento causó muchas reacciones del público nacional, además de algunas audiencias internacionales.
El contenido de la carta es un punto a analizar. Para empezar, la carta incluye todas las justificaciones del porqué México merece una disculpa del Rey de España y del Papa. En las primeras partes de la carta, AMLO escribe que “...la incursión encabezada por Cortés a nuestro actual territorio fue sin duda un acontecimiento fundacional de la actual nación mexicana, sí, pero tremendamente violento, doloroso y transgresor.” El discurso aborda el dolor de la colonización de México en esta frase, pero no niega que fue parte de la creación de México. Aunque es importante abordar el asunto del dolor causado por la colonización de México, también se debería de cuestionar si fue ésta la manera más apropiada de mencionarlo. La perspectiva de que la colonización de México fue un “acontecimiento fundacional” es problemática porque desde un punto de vista indígena, la colonización es una parte de la historia de México que los afecta, pero no es algo fundacional. La colonización no puede definir a las comunidades indígenas y es por eso que este argumento no tiene sentido.
Posteriormente en la misma carta se hace un listado de todos los errores que España cometió, incluyendo gravar la industria minera mexicana injustamente, imponer la religión Católica, y instaurarse la esclavitud y las encomiendas; para llegar a la petición específica:
“El estado que presido no pide un resarcimiento del daño en pecuniario de los agravios que le fueron causados por España ni tiene el propósito de proceder de manera legal ante los mismos; en cambio, México desea que el Estado español admita su responsabilidad histórica por esas ofensas y ofrezca disculpas o resarcimientos políticos que convengan.”
De una manera está implicado que se podría hacer más, como pedir un resarcimiento o proceder de manera legal. A través de eso, hizo su petición actual más pequeña, ya que lo único que el Presidente quiere es que se admita su responsabilidad histórica. De nuevo, está hablando por el país entero de México, pero ¿cuál voz? Parece simplemente ser una treta política, porque al final, la admisión española no tiene un peso significativo por parte de las comunidades mexicanas, ni de las identidades colectivas.
Termina la carta diciendo que espera por una “convivencia más estrecha, más fluida y más fraternal.” Una convivencia más fraterna no va a ayudar a las comunidades afectadas por la colonización de México. De nuevo, está omitiendo los deseos de las comunidades indígenas verdaderamente afectadas por la colonización, todavía hoy en día por situaciones como esta. Esta carta parece ser producto de una soberbia y un despotismo por parte de AMLO, ya que aunque el Rey o el Papa admitieran los errores del pasado, esto no ayudaría ni le daría justicia a nadie.
Segundo, se necesita considerar el video de la lectura de esta carta. AMLO está leyéndola en frente de unas de las pirámides de las ruinas de Comalcalco en Tabasco. La elección de este lugar no es casual, tal y como la historia nos lo dice con Díaz; al reconectar con los sitios arqueológicos del pasado se fortalece su mensaje sobre la identidad mexicana. Por eso, si analizamos los simbolismos contamos con una pirámide que representa la imagen del pasado indígena de México, un pasado que reclama la disculpa de España. Lo que se está haciendo, casi de manera mimética con lo hecho en el Porfiriato, es aprovechar los sitios indígenas y al mismo tiempo usarlos como una herramienta política. Al pedir una disculpa por todo del México por el dolor de la colonización, debería tomar en cuenta las voces indígenas del pasado; quienes fueron los que realmente vivieron las brutalidades de la colonización o a sus descendientes, que son los que sufren aún no sólo por la colonización sino también por el imperialismo y capitalismo mundial. Esta es una división considerable que solamente puede ser contestada por AMLO mismo.
Además de los errores de esta carta, la postura política de AMLO sobre la comunidad indígena debe ser cuestionada. Recientemente anunció el desarrollo del proyecto del “Tren Maya.” Este proyecto va a desplazar la población ya que va a construir un camino para un tren, que no sólo va a desplazar a los humanos, sino también a toda la fauna de sus hábitats. Por eso, este proyecto es una amenaza ecológica y contra la humanidad. Las comunidades indígenas que viven en el lugar donde pasaría el tren se oponen rotundamente al proyecto; y por eso se necesita preguntar ¿para quién es este proyecto? Los motivos de AMLO están conectados con la performatividad más que con el beneficio actual de la población mexicana.
Esta carta es de mayor beneficio para AMLO que para las comunidades indígenas o las identidades colectivas. Incluso si la respuesta del Papa o del Rey hubiese sido un “sí nos disculpamos” eso no iba a resolver ningún problema de las identidades colectivas mexicanas. Las intenciones de la carta parecen tener más relación con el orgullo de AMLO y del país que preside que con las personas que realmente fueron afectadas por la colonización. La respuesta negativa del Rey y del Papa tampoco fueron de gran ayuda a esta discusión ya que sí habían personas esperando una disculpa, la respuesta implicó que ellos no admiten los pecados de la colonización en México.
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